miércoles, 19 de mayo de 2010

Visitando la tierra con Teresa Pereda


La muestra de Teresa Pereda se halla instalada dentro de la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.

Buscando la sala atravesé, el patio, donde una numerosa serie de grandes impresiones del artista Nicolás García Uriburu, con motivo de una serie de coloquios y actividades de Borges y Kafka, inundaban de motivos muy coloridos, demasiadas cucarachas y alguna que otra extraña mención a la cultura pop.

Por suerte, al entrar a la sala Cronopios la muestra de Teresa Pereda exorcizaba ese largo pasillo tan espantoso como colorido.

La tierra, las piedras, los caminos, las selvas, el agua, entre otros elementos, forman parte de los materiales presentes en las situaciones, con las cuales trabaja y se involucra, con intensidad, la obra de Teresa Pereda.

Recolección/ Restitución. Citas por América es un proyecto en curso que surgió a partir de itinerarios planificados por el continente americano, como extensión y despliegue de los por la Argentina que la artista inicio en la década de 1990.

El espacio expositivo es amplio, y convenientemente despojado, para que se impongan los colosales ovillos de lana sin cardar, que la artista ha situado en el centro del salón.

El hilo del ovillo atraviesa buena parte de esta muestra mostrando la posible unión por medio del conocimiento y del sentimiento, a partir de una serie de acciones y de experiencia que suponen la conexión tierra.

El bosque, lleno de hilos cruzados, el ovillo que se moja en contacto con el agua, y el ovillo presente conectan los sitios específicos donde se dieron estas experiencias con el espacio expositivo.

El concepto de Naturaleza se articula como presencia donde la artista realiza una acción de carácter artístico, que es registrada, y luego editada, y proyectada, en el final de la instalación, como parte de un triple dispositivo audiovisual.

Tiempo y Lugar son dos categorías que se imponen dentro de esta muestra cuyo sentido es el de ligar con formas de ser, sentir y accionar en la tierra.

La tierra, estructura principal de la obra de Pereda, se constituye en símbolo de pertenencia a un espacio afectivo.

La obra es un espacio de reflexión que moviliza deseos comunes, entre la artista y las diversas comunidades que visita en su trayecto, que constituye una parte fundamental del proceso creativo –estético y ético- de la citada artista.

El discurso audiovisual es poético. No solo es un registro de un accionar objetivo, sino que es, en si mismo, una manifestación debidamente integrada a la propuesta de la muestra.

Nos encontramos con Teresa Pereda, en el hall y de forma amable e intensa, nos contó acerca de su búsqueda, y su necesidad de volver en contacto al arte con la vida, desde el centro que ella ve que es la tierra.

Su idea de recolección y de restitución, la pondrá acto, todos los sábados, mientras dure su muestra, cuando se encontrará con aquellas personas que quieran recibir la tierra que ella le donará como acción.

Su performance se encuentra en relación con la de las comunidades originarias, una formación que transmigra desde hace miles de años en la conciencia mítica de los pueblos.

La obra de Pereda, entonces, como acto – ya sea colectivo o singular- es una acción de siembra de motivos poéticos en la realidad, a fin de que estos germinen en la conciencia de sus co-participantes.

“Mi contacto inicial con cada uno de los lugares es caminar. Como forma de enlazar el paisaje con el horizonte, recorro espacios tan abiertos que me oprimen. Su magnitud me devora, pero también me contiene, me sitúa.

Sobre el suelo recibo viento o lluvia, humedad o escarcha… Y a mi paso, gente, gente de antes, gente de ahora. Solicito y recibo tierras. Tal es el ritual.

Una sala sin puertas, en el cual se ve la proyección de un círculo de luz, es el sitio creado para realizar el ritual de recolección-restitución.


Recolección - restitución, es la dupla de acciones que da nombre a su proyecto y que funciona como eje de esta muestra. En sus encuentros con los pobladores de los lugares que visita, la artista solicita tierra (recolección), y a su vez entrega tierras que anteriormente recolectó en otros lugares. Este ritual de intercambio posibilita encuentros que van de la instancia afectiva a la simbólica (restitución).

Fotografías y videos, que nacieron del registro de sus acciones en Tierra del Fuego, Uyuni y la Amazonia serán instalados junto con grandes ovillos de lana, un material ligado a su infancia, que lleva consigo en cada viaje. La lana, torzada, tendida, enlazada, la tierra, pedida, entregada, ofrendada, son en su universo poético materiales capaces de establecer infinitos nexos.

Inauguración: martes 27 de abril a las 19 hs.

Performances: todos los sábados de mayo a las 18 hs.

Cierre: domingo 30 de mayo


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